Lo básico que debes saber antes de abrir tu restaurante

Si estás a punto de montar un restaurante, no puedes lanzarte sin conocer los trámites legales que lo acompañan. La licencia de actividad para restaurantes es uno de los requisitos más importantes, y sin ella, no deberías ni enchufar la cafetera. No se trata de un simple papel: es el permiso que te autoriza a operar legalmente y sin sobresaltos. Aquí no hay excusas ni atajos. O la tienes o empiezas mal. Vamos al grano y sin rodeos.

¿Qué es exactamente la licencia de actividad?

La licencia de actividad es una autorización del ayuntamiento que certifica que el local cumple con las condiciones técnicas, urbanísticas y medioambientales para ejercer una actividad concreta. En este caso, hablamos de restaurantes. No basta con tener el local y el menú listos. Si no cuentas con este documento, estás trabajando en la ilegalidad. Eso te puede traer más de un dolor de cabeza, sanciones económicas y hasta el cierre del negocio.

El sistema de ventilación: la campana extractora es obligatoria

Uno de los aspectos más vigilados cuando tramitas la licencia es el sistema de ventilación. Y aquí entra en juego la campana extractora industrial. No solo es fundamental para eliminar humos y olores, sino que también es un elemento obligatorio para que tu restaurante pueda operar legalmente. El ayuntamiento te exigirá un informe técnico que demuestre su instalación correcta y cumplimiento con la normativa. No ponerla o hacerlo mal puede retrasar todo el proceso. Así que si pensabas ahorrar aquí, vas mal.

Cuidado con esto: la multa por no tener la licencia de actividad

Sí, hablamos de multas. Y no son simbólicas. La multa por no tener la licencia de actividad puede superar los 3.000 euros y no solo eso: si te pillan funcionando sin licencia, te pueden cerrar el local al momento. No es un cuento para asustar. Ya lo explicamos en nuestro artículo “Cómo evitar la multa por no tener licencia de actividad”, donde detallamos varios casos reales. No lo dejes pasar. Hacerlo todo bien desde el principio te ahorrará disgustos.

La cocina profesional y la importancia de la mesa de acero inoxidable

No todo es burocracia. Parte de conseguir la licencia incluye tener una cocina que cumpla los estándares de sanidad. Aquí es donde la mesa de acero inoxidable es clave. Este tipo de mobiliario no solo es resistente y fácil de limpiar, sino que es el más valorado por los inspectores de sanidad. Tenerla no es un capricho, es una exigencia técnica. Si tu cocina no tiene equipos homologados como este, pueden echar para atrás tu solicitud de licencia.

¿Quién tramita la licencia? ¿Puedo hacerlo yo?

Legalmente puedes presentar la solicitud tú mismo, pero no es recomendable. Los informes técnicos, planos, memorias y certificados que se exigen requieren conocimientos específicos. Por eso, lo mejor es contar con un profesional o una empresa especializada en licencias de actividades. Además, conocen los requisitos concretos de cada ayuntamiento, que pueden variar bastante de una ciudad a otra. Si te lo tomas en serio, no improvises. Hacerlo mal alarga los plazos y puede salir caro.

Tipos de licencia según el restaurante que montes

No todos los restaurantes necesitan el mismo tipo de licencia. Depende de la actividad, el aforo, los metros cuadrados y si vas a usar música o no. No es lo mismo una cafetería con bocadillos fríos que un local con cocina industrial, terraza y actuaciones en directo. Cuanto más complejo sea el negocio, más exigente será el trámite. Por eso, es clave definir bien tu modelo de restaurante desde el principio para saber qué te van a pedir y cómo prepararte.

¿Y si ya tengo licencia de otro negocio?

Ojo con esto. Si el local ya tenía una licencia anterior, como una tienda o un bar, no siempre te sirve. Cada licencia está asociada a una actividad concreta. Si el uso anterior no coincide con el nuevo (por ejemplo, pasar de una panadería a un restaurante), necesitarás un cambio de uso y un nuevo proyecto técnico. No te confíes con frases tipo “ya estuvo abierto antes”. El ayuntamiento no funciona así. Te pedirán documentación nueva y actualizada.

¿Cuánto tarda el proceso de obtener la licencia?

La respuesta real: depende. Pero para que te hagas una idea, el plazo medio en España va de 1 a 3 meses si todo va bien. A veces incluso más, si hay obras o modificaciones en el local. Y mientras tanto, no puedes abrir al público. Por eso es importante iniciar el proceso cuanto antes, incluso antes de firmar el contrato de alquiler o compra. El tiempo que tardes en conseguir la licencia puede arruinar tu calendario de apertura si no te organizas bien.

Documentos y requisitos básicos que te pedirán

Prepárate porque vas a necesitar: memoria técnica del local, planos visados, certificado acústico, estudio de ventilación, cumplimiento con accesibilidad, certificado eléctrico y mucho más. Cada ayuntamiento tiene su checklist, pero todos piden un mínimo técnico. Además, si haces obras, necesitarás también licencia de obras. ¿Y si tu local está en un edificio protegido? Pues súmale permisos especiales de Patrimonio. Como ves, no es tan simple como rellenar un formulario.