Benalmádena: hotel precintado por falta de licencia recupera operaciones

Benalmádena: hotel precintado por falta de licencia recupera operaciones

En un giro inesperado de los acontecimientos, el hotel ViveMar de Benalmádena, anteriormente conocido como VistaMar, ha logrado recuperar sus operaciones tras haber sido precintado por la policía local debido a la ausencia de la licencia de apertura necesaria para ejercer actividad hotelera en el municipio. Este caso pone de relieve la importancia de contar con todas las licencias y autorizaciones pertinentes para garantizar no solo la legalidad del negocio, sino también la seguridad de empleados y clientes.

El cierre administrativo y su impacto en clientes y trabajadores

El precinto del establecimiento no solo afectó a la circulación normal de los clientes —quienes debieron utilizar el acceso del aparcamiento para entrar y salir del hotel— sino que también generó una situación de tensión entre los trabajadores y la gerencia. Algunos antiguos empleados se han dirigido a la Inspección de Trabajo por impagos de nóminas acumuladas durante meses, mientras que la dirección insiste en que todo se debe a un error administrativo que será subsanado en breve.

La situación evidencia la estrecha relación entre la legalidad administrativa de un establecimiento y su capacidad para operar con normalidad. Contar con los permisos correctos no es un mero trámite burocrático: es la llave para que un hotel pueda abrir sus puertas sin interrupciones y garantizar la seguridad de todos, desde clientes hasta proveedores.

Licencias de apertura y medidas de seguridad contra incendios

Para obtener una licencia de apertura, un hotel no solo debe cumplir con criterios urbanísticos y administrativos, sino también demostrar que cuenta con las medidas de protección contra incendios adecuadas. Entre estas, destacan los sistemas de alarma, rutas de evacuación y, por supuesto, la presencia de un extintor homologado en lugares estratégicos del establecimiento.

La inspección de la Junta de Andalucía y del propio Ayuntamiento se asegura de que estos requisitos se cumplan antes de permitir la apertura definitiva. No cumplir con ellos puede derivar en sanciones, clausuras temporales y pérdida de confianza por parte de los clientes, lo que impacta directamente en la reputación y viabilidad del negocio.

Recuperación parcial de servicios y zonas comunes

Tras el levantamiento del precinto parcial, el hotel ViveMar ha podido reabrir algunas áreas como la piscina y ciertos servicios comunes, aunque la entrada de nuevos clientes sigue limitada para evitar complicaciones en la atención al público. Esta situación refleja cómo una falta administrativa puede generar consecuencias operativas y logísticas significativas, incluso cuando los servicios básicos permanecen activos.

Además, la gestión de riesgos dentro del hotel requiere equipos específicos como un extintor CO2, especialmente en zonas críticas como zonas de riegos de fuegos eléctricos, cocinas o áreas técnicas, garantizando que cualquier incidente pueda ser contenido antes de que escale y afecte a clientes o trabajadores.

Denuncias laborales y de proveedores: el efecto dominó de la falta de licencias

Mientras se gestiona la regularización del hotel, la dirección enfrenta una acumulación de denuncias por parte de antiguos empleados y proveedores. Estas denuncias se concentran en impagos de nóminas y facturas pendientes. La ausencia de una licencia de actividad no solo provoca problemas legales inmediatos, sino que también complica la relación con terceros y puede generar un efecto dominó que afecte la continuidad del negocio.

Para evitar sanciones económicas o problemas legales graves, es imprescindible anticiparse y garantizar que toda la documentación administrativa esté al día. Evitar la multa por no tener licencia de actividad requiere planificación, seguimiento y la adopción de todas las medidas de seguridad y protección necesarias.

Lecciones para el sector hotelero: seguridad y cumplimiento normativo

El caso del ViveMar es un recordatorio potente para todos los establecimientos hoteleros: la combinación de cumplimiento administrativo y medidas de seguridad contra incendios no es opcional. La instalación de extintores, sistemas de detección de humo, rutas de evacuación y la actualización de licencias son requisitos que protegen vidas y aseguran la continuidad del negocio.

Más allá de las sanciones legales, la reputación de un hotel se construye sobre la confianza que generan en clientes y empleados. Operar sin las licencias adecuadas o sin medidas de seguridad apropiadas no solo expone a riesgos legales, sino también a riesgos humanos que pueden ser irreversibles.

Regularización y prevención como pilares fundamentales

El hotel ViveMar de Benalmádena ha logrado recuperar parte de sus operaciones, pero la experiencia deja una enseñanza clara: ningún hotel puede operar con seguridad y continuidad sin las licencias necesarias y sin un plan de protección contra incendios efectivo. La prevención, la planificación y la inversión en seguridad no son gastos, sino una garantía de estabilidad y de confianza para todos los involucrados.

En un entorno tan competitivo como el turístico, la regularización administrativa y el cumplimiento de la normativa vigente son tan importantes como ofrecer una experiencia excelente al cliente. Contar con todos los permisos y equipos de seguridad no solo evita sanciones, sino que también protege la vida de empleados y huéspedes, consolidando la reputación del establecimiento a largo plazo.