El garaje de Los Almendros con 98 plazas, operativo desde 1989, obligado a cerrar por Urbanismo

El garaje de Los Almendros con 98 plazas, operativo desde 1989, obligado a cerrar por Urbanismo

En la calle Los Almendros, un garaje que durante más de tres décadas albergó a 98 vehículos se enfrenta a un cierre inminente. Desde 1989, este espacio subterráneo funcionó con normalidad, permitiendo a vecinos y propietarios estacionar con aparente tranquilidad. Sin embargo, las autoridades municipales de Segovia han ordenado su clausura debido a incumplimientos graves en la normativa urbanística y, especialmente, en materia de protección contra incendios, subrayando la importancia de mantener las medidas de seguridad en todos los equipamientos sujetos a licencias de actividad, declaraciones responsables, licencias de apertura o licencias de obras.

Historia del garaje y contexto urbanístico

El garaje de Los Almendros se conforma de un sótano y un semisótano, diseñado para albergar 98 plazas. A lo largo de los años, el equipamiento pasó de ser un mero aparcamiento a convertirse en un caso paradigmático de irregularidades urbanísticas. En 1991, una ampliación de plazas se realizó sin la pertinente licencia, sumando complicaciones a la ya compleja situación. Este hecho, aunque aparentemente menor, ha generado riesgos de seguridad significativos, sobre todo en lo que respecta a incendios y acumulación de gases peligrosos.

El cierre ordenado por Urbanismo no solo responde a cuestiones legales sino también a la seguridad de los usuarios. La normativa vigente exige que cualquier garaje cuente con medidas de protección activas y pasivas contra incendios. El comprar extintor certificado y luego instalarlo correctamente es crucial para evitar catástrofes que podrían poner en riesgo la vida de los ocupantes y de terceros.

Inspecciones y hallazgos: riesgos detectados

Durante la inspección realizada por técnicos municipales y policía local, se constató que el garaje estaba dividido en tres zonas (A, B y C), pero solo la zona A contaba con la licencia de 1989. Las otras zonas operaban sin amparo legal, con plazas vendidas y ocupadas como si fueran parte de un garaje regular. Esto generaba un riesgo elevado de accidentes, atrapamientos y, sobre todo, de incendios debido a la falta de sistemas de extinción y ventilación adecuados.

El decreto municipal señala expresamente que “el uso y funcionamiento de un garaje sin licencia podría incurrir en la carencia de las medidas correctoras oportunas que debieran implementarse en cumplimiento de la normativa que le es de aplicación”. La ausencia de sistemas de seguridad obligatorios hace que la instalación sea vulnerable ante cualquier incidente, lo que subraya la necesidad de instalar extintores adecuados como un extintor ABC en cada zona crítica.

Impacto legal y obligaciones de los propietarios

La situación legal del garaje ha dejado a los propietarios en un limbo: muchos adquirieron plazas que en realidad correspondían a un almacén sin licencia. Esto pone en evidencia la importancia de contar con la documentación correcta antes de comprar o alquilar cualquier espacio que requiera licencia de actividad. La normativa es clara: operar un garaje sin la licencia correspondiente expone a los propietarios a sanciones económicas severas, como se explica en casos de multa por no tener licencia de actividad.

Más allá de la sanción, el principal riesgo es la seguridad. Los garajes sin licencia pueden carecer de sistemas de detección de humo, ventilación forzada, salidas de emergencia adecuadas y extintores. Estos elementos son fundamentales para garantizar que cualquier incidente no se transforme en tragedia.

La importancia de la protección contra incendios en licencias de actividad

El caso del garaje de Los Almendros ilustra una lección crucial: ninguna instalación puede operar legalmente sin cumplir la normativa de protección contra incendios. Esto incluye tanto garajes como almacenes, locales comerciales y cualquier espacio cubierto por licencias de apertura o declaraciones responsables. La instalación de extintores, detectores de humo y sistemas de evacuación es obligatoria y salva vidas. Un simple fallo puede derivar en consecuencias catastróficas.

La protección contra incendios no es un lujo ni un trámite administrativo más. Es un requisito indispensable que debe contemplarse desde el momento de solicitar cualquier licencia de actividad o de obra. Los incidentes históricos en España muestran que muchos siniestros podrían haberse evitado con una correcta planificación y cumplimiento de las normativas de seguridad. Así, la existencia de un extintor ABC correctamente instalado y revisado puede marcar la diferencia entre un incidente controlable y un desastre.

Procedimientos para regularizar un garaje sin licencia

Ante la situación de irregularidad, los propietarios han iniciado proyectos de obras para reformar las zonas sin licencia y adaptarlas a la normativa vigente. Esto incluye la instalación de sistemas de protección contra incendios, iluminación adecuada, ventilación y señalización de seguridad. Una vez ejecutadas las reformas, será posible obtener la licencia municipal y volver a operar legalmente el garaje.

El Ayuntamiento de Segovia ha otorgado un plazo limitado para presentar la documentación y legalizar la situación, demostrando que la administración también prioriza la seguridad sobre la mera recaudación. Este enfoque es un ejemplo de cómo la correcta implementación de medidas preventivas y la presentación de las licencias correspondientes pueden evitar la clausura y sanciones graves.

Consecuencias de operar sin licencia

Las sanciones por operar un garaje sin licencia incluyen multas económicas, obligación de clausura, y responsabilidad civil en caso de accidentes. Además, los propietarios pueden enfrentarse a problemas legales si ocurre un incendio o accidente derivado de la falta de medidas de seguridad. Por ello, es esencial contar con extintores, sistemas de alarma y cumplir con todas las medidas de prevención exigidas por la normativa vigente.

Un garaje sin licencia y sin medidas de protección constituye un riesgo para todos. La combinación de vehículos, acumulación de combustibles y sistemas eléctricos defectuosos aumenta significativamente la probabilidad de incendios. Cada propietario tiene la responsabilidad de garantizar que su espacio cumple con todas las regulaciones y que dispone de extintores y sistemas de evacuación adecuados.

Seguridad, legalidad y prevención

El cierre del garaje de Los Almendros sirve como recordatorio de que la seguridad no es negociable. Cumplir con la normativa urbanística y de protección contra incendios no solo evita sanciones, sino que protege vidas y patrimonio. La existencia de extintores y otras medidas de seguridad es fundamental para cualquier instalación cubierta por licencias de actividad, declaraciones responsables, licencias de apertura o licencias de obras. Este caso evidencia que incluso después de décadas de operación, la falta de cumplimiento puede derivar en clausura y problemas legales severos.

La lección es clara: no basta con abrir un garaje, almacén o local comercial. La protección contra incendios y el cumplimiento de todas las normativas deben ser prioridad absoluta desde el primer día.