¿Tu técnico te ha pedido un certificado de ignifugación? Esto es lo que necesitas saber
Imagínate la escena. Estás a punto de poner en marcha ese local que tanto te ha costado conseguir. La ilusión está en el aire, los permisos parecen encarrilados y entonces, tu técnico suelta la bomba: “necesitamos el certificado de ignifugación”. Y claro, uno se queda con cara de “¿el certificado de qué?”. Tranquilo. Aquí te lo explicamos sin rodeos, con precisión y, sobre todo, con la importancia que merece.
¿Qué es un certificado de ignifugación y por qué es tan relevante?
El certificado de ignifugación es ese papel —pero no uno cualquiera— que acredita que los materiales del local han sido tratados para evitar la propagación del fuego en caso de incendio. Hablamos de madera, textiles, estructuras metálicas, pladur o cualquier superficie susceptible de arder como una antorcha. No se trata de una exigencia decorativa o un capricho técnico: es un requisito legal indispensable.
Este documento se emite por una empresa especializada y es obligatorio para tramitar, con éxito, la licencia de actividad o apertura. Sin él, olvídate de abrir las puertas de tu negocio. Tan simple como eso.
¿Y por qué tanta rigidez? Porque las ignifugaciones no solo salvan expedientes: las ignifugaciones salvan vidas. Y no es una frase hecha.
Los cimientos normativos: CTE y RSCIEI
Cuando el Código Técnico de la Edificación (CTE) y el Reglamento de Seguridad Contra Incendios en los Establecimientos Industriales (RSCIEI) te dicen que ignifiques, lo mejor es hacerles caso. Estos dos cuerpos normativos establecen cuándo, cómo y con qué productos deben tratarse los elementos constructivos para reducir el riesgo de incendio.
¿Qué elementos deben ser tratados?
La respuesta es: depende. Pero hay patrones claros. En función del tipo de negocio, del edificio, del riesgo intrínseco y de los materiales, se debe aplicar tratamiento ignífugo a:
- Estructuras metálicas (sobre todo si son portantes o visibles)
- Maderas decorativas o estructurales
- Textiles y moquetas, especialmente en hostelería y centros públicos
- Techos falsos o paneles técnicos
- Elementos decorativos inflamables (escaparates, stands, escenografías)
En ciudades con requisitos específicos como Barcelona, este aspecto cobra aún más peso: las ignifugaciones barcelona puede marcar la diferencia entre abrir o recibir una notificación de cese inmediato.
¿Quién puede emitir un certificado válido?
No vale cualquier empresa. El certificado debe ser emitido por un profesional acreditado, que aplique productos ignífugos con marcado CE y conforme a las normas UNE-EN correspondientes. Es crucial verificar que la empresa esté registrada, disponga de fichas técnicas de productos y que incluya:
- Fecha de ejecución
- Producto y método de aplicación
- Superficie tratada
- Clasificación de reacción al fuego
- Firma y sello oficial
Un certificado sin estos datos no es válido. Y si creías que con una factura bastaba, lamentamos decírtelo: no es así.
El peso legal de la ignifugación en la licencia de actividad
Este es el núcleo del asunto. La ignifugación es uno de los elementos técnicos que más se pasan por alto… hasta que el expediente es rechazado. No tener este certificado puede suponer una multa por no tener licencia de actividad, además de la paralización total del negocio.
No hablamos solo de normativa estatal: muchos ayuntamientos exigen este documento como condición sine qua non para aprobar el informe de bomberos o la apertura definitiva. Así que más vale prevenir que reabrir.
¿Cómo se aplica un tratamiento ignífugo?
Depende del material. Veamos los métodos más habituales:
- Pintura intumescente: para estructuras metálicas. Se hincha ante el calor, aislando el metal.
- Barniz ignífugo: para madera, protege sin modificar el acabado estético.
- Solución ignífuga por pulverización: textiles, moquetas, cortinas o lonas.
- Revestimientos técnicos: sustitución de paneles por versiones ignífugas certificadas.
El proceso debe ser documentado y controlado. Un mal tratamiento es igual a un certificado inválido. Y un certificado inválido es una visita al limbo administrativo.
Casos comunes en los que se exige el certificado
- Locales de hostelería con madera vista o textiles
- Tiendas de moda o decoración con elementos combustibles
- Centros educativos o deportivos
- Eventos temporales: ferias, carpas, stands, exposiciones
¿Te suena alguno? Si la respuesta es sí, entonces necesitas este certificado como el café necesita la taza.
¿Cuánto cuesta todo esto?
- Tratamiento metálico (pintura intumescente): entre 12 € y 25 €/m²
- Tratamiento de madera: desde 8 €/m²
- Textiles y cortinas: desde 4 €/m²
- Certificado técnico: entre 150 € y 300 €
Los precios pueden variar según la superficie y el producto. Pero lo esencial es pedir un presupuesto cerrado y detallado que incluya el certificado. No aceptes promesas sin papeles.
Plazos: ¿Cuánto se tarda?
- Aplicación del tratamiento: entre 1 y 3 días laborales
- Entrega del certificado: 24 a 48 horas tras la ejecución
Planifícalo con tiempo. Tu técnico lo necesitará para adjuntarlo en la documentación final del proyecto o inspección.
Recomendaciones prácticas para no pillarte los dedos
- Pregunta desde el minuto uno a tu técnico si lo necesitas
- Contrata siempre empresas especializadas, con productos certificados
- Solicita ejemplos de certificados anteriores
- Verifica la normativa del municipio donde esté el local
- Guarda el certificado como si fuera oro: lo pedirán seguro
¿Qué pasa si no lo tienes?
- Multas económicas importantes
- Paralización del expediente de licencia
- Cierre temporal o definitivo del local
- Invalidez del seguro ante un siniestro
Por lo tanto, sin ignifugación, no hay licencia. Y sin licencia, no hay negocio. No es burocracia. Es seguridad, responsabilidad… y pura legalidad.
Así que ya lo sabes. Si tu técnico te ha pedido un certificado de ignifugación, no es por fastidiarte el día: es para que puedas dormir tranquilo. El fuego no avisa, pero las normativas sí. Anticípate. Infórmate. Y sobre todo, ignifuga.